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Socialismo del Siglo XXI versus Sociedad Organizada. La verdadera oferta de Hugo Chávez (Venezuela) (página 2)



Partes: 1, 2, 3

2. Socialismo,
historia y
herramientas

No hay que escarbar mucho para encontrar material de
sobra para conocer y entender los orígenes, evolución y presente del socialismo, desde
los más completos hasta los más someros y desde los
mas radicales a los mas condescendientes, los libros,
panfletos, ensayos y
páginas
web con toda la información necesaria abundan.

Uno se pregunta ¿cómo es posible entonces
que los que intentan vendernos el socialismo del siglo XXI hagan
tan poca referencia a ellas?, ¿por qué aparecen tan
desinformados y tan faltos de argumentos?… Pues porque no se
han tomado el trabajo de
leerlos y si acaso lo han hecho, no se han tomado el trabajo de
entenderlos o, mas concretamente, porque no les interesa poner
ese material al alcance de los que pretenden
engañar.

Quiero intentar dar un repaso rápido a las bases
ideológicas, filosóficas y argumentales del
socialismo para ver si con su ayuda entendemos de una vez que es
lo que nos están ofreciendo para el siglo XXI.

Es muy aventurado llevar el origen del socialismo hasta
el mismísimo Cristo (como tantas veces hace el Sr.
Presidente) sencillamente porque en esa época nadie se
había tomado la molestia aún de desentrañar
filosóficamente las relaciones sociales y la
evolución del colectivo humano en los términos con
que lo hace la doctrina socialista y, ciertamente, Él en
ningún momento de lo intenta, o al menos así se
desprende del documento fundamental con el que podemos
aproximarnos a su doctrina: La Biblia.

Cristo, judío entre judíos,
podría en todo caso etiquetarse de humanista (y aun
así con ciertas reservas) pues su propuesta básica
y central se refiere, ni mas ni menos, a elevar aun mas nuestro
nivel espiritual (acercarnos a Dios) mejorando nuestro desempeño como hombres por medio del
ejercicio del amor, de
llevar aún mas allá los preceptos que, la Ley Mosaica en la
que fue criado, contempla en términos de caridad,
compasión y generosidad con nuestro prójimo (sin
distinción de raza, credo o condición social) y nos
invita a ejercer estas virtudes de una manera consciente,
entusiasta y voluntaria y no de la manera mecánica del que obedece una Ley que
penaliza su no observancia.

En ninguna de sus parábolas o sermones se refiere
a la "lucha de clases" ni a nada que se le parezca, tampoco a la
explotación del hombre por
el hombre ni
mucho menos a conceptos asimilables ni remotamente a la
plusvalía; tampoco se sirvió de la
dialéctica ni del debate para
difundir sus ideas… No, Cristo no era socialista, y aún
haciendo muy grandes concesiones históricas y
filosóficas sería difícil incluirlo en la
lista de los "Utópicos".

El término "Utópico" fue acuñado
por Louis Blanqui cerca de 1839 y tiene su sustento, como
calificativo de una corriente de pensamiento,
en la obra de Tomás Moro: "Utopía", obra en la que
el autor, intelectual, humanista y político inglés,
esbozó sus ideas sobre una ciudad, con ese nombre, en la
que convivía una sociedad
perfecta, ideal y lógicamente…
utópica.

El socialismo utópico vino a ser una
especie de recopilación de trabajos e ideas de muy
heterogéneas fuentes,
autores y pensadores, principalmente franceses e ingleses y tuvo
su apogeo entre los años 1815 y 1848, año en que se
publica el "Manifiesto
Comunista" y donde sus autores, K. Marx y F. Engels,
tratan a esta corriente con cierto desprecio pues, aunque la
consideraban bienintencionada, la encontraban en extremo ilusa y
con muy pocas posibilidades de hacerse real.

A pesar de su heterogénea naturaleza hay
ciertos rasgos comunes que nos permiten caracterizar e
identificar los trabajos que podemos inscribir en este grupo, en
general con una clara influencia de Rousseau,
veamos rápidamente: Sin despreciar o adversar las
invenciones modernas o las máquinas
persiste en sus doctrinas la idea de "Naturaleza" como concepto
vinculado a la perfección; el fin de sus esfuerzos era la
creación de una sociedad ideal y perfecta donde las metas
más elevadas eran la armonía, la paz y la igualdad;
estaban en contra de las revoluciones y las acciones
violentas como las huelgas (que en aquella época eran
particularmente violentas y sangrientas) pues esta sociedad
perfecta habría de alcanzarse por medios
pacíficos y no sería impuesta por nada ni por nadie
si no que surgiría por la simple voluntad de todos y cada
uno de sus componentes; a pesar de criticar al capitalismo y
sus efectos no se detuvieron a analizar sus causas profundas pero
si, en cambio,
propusieron la solidaridad, la
filantropía y el amor
fraternal como ayudas y soluciones
para paliar estos efectos.

Pero el hecho de haber sido "despreciados" en el
manifiesto comunista no significa que sus ideas cayesen "en saco
roto" pues como veremos algunos de sus conceptos mas difundidos y
exitosos hallaron eco y aplicación en las teorías
y los regímenes socialistas que surgieron después.
Por poner algunos ejemplos:

.- El Conde de Saint-Simon
proponía que la conducción de la sociedad
debía ser puesta en manos de una "élite" de
intelectuales,
científicos y sabios y como, según él, el
progreso humano solo podía alcanzarse por medio del
progreso económico había que poner el poder en manos
de los industriales y los trabajadores.

.- Charles Fourier estaba muy preocupado por los
efectos de la explotación, la miseria y la
monotonía laboral a la que
estaban sometidos los trabajadores y obreros fabriles por lo que
propuso la creación de comunidades agrícolas e
industriales autónomas y
autosuficientes.

.- Louis Blanqui, teorizó extensamente
sobre la dictadura del
proletariado.

.- Louis Blanc, propuso la ampliación de
la acción
e intervención del estado como
medio de disminuir las desigualdades y su
impacto.

Podríamos extraer mas ejemplos pero creo
que estos son suficientes para ilustrar el punto: La
conducción de la sociedad y sus destinos en manos de una
élite encontró su realización en la estructura
piramidal del gobierno post
revolución
rusa, con el Soviet Supremo como "Voz y Voluntad" del pueblo
y el mismo Lenin en su cúspide como cerebro
organizador y conductor infalible; las leyes del
progreso humano a través del progreso económico le
dieron la pista a Marx para desarrollar su visión del
socialismo y sustentar su teoría
del materialismo
histórico que le permitiría caracterizar a su
concepción del socialismo de "científico" en
contraste con el "utópico"; el modelo de
comunidades autosuficientes sería la génesis del
cooperativismo
y el corporativismo que alcanzó por primera vez su
máxima expresión dentro de un modelo socialista
bajo Stalin; el concepto de la dictadura del proletariado
permitió todos los cambios y transformaciones radicales y
violentas que se sucedieron tras la revolución
rusa y fue la meta declarada
y nunca verdaderamente alcanzada de dicha revolución; la
ampliación del poder del estado como nivelador y
estabilizador significó la mega estructura
burocrática del estado soviético y su ingerencia en
todos y cada uno de los mas pequeños detalles de la vida
humana bajo su control… Si,
está claro el punto…

El punto de quiebre que significó el paulatino
abandono de las, indudablemente hermosas, ideas del socialismo
utópico fue la fallida revolución de 1848 y la
aparición ese mismo año del Manifiesto Comunista,
probablemente la obra mas divulgada y de mas amplia
difusión de todo el cuerpo de pensamiento en torno al
socialismo científico que, tras este crucial momento,
empezó a conocerse o identificarse como "Marxismo".

Marx y Engels habían dedicado una buena dosis de
esfuerzo y tiempo a
desentrañar la esencia, la naturaleza y las
contradicciones de la sociedad capitalista y a encontrar la
fórmula que les permitiera destruirla y sustituirla por
otro modelo, en teoría, mas justo y humano y el elemento
que les permitió formular su teoría fue
precisamente el Materialismo
Histórico.

El Materialismo Histórico, basado en la
Dialéctica de Hegel, consiste
esencialmente en reconocer en los factores económicos,
como son las técnicas y
los medios de trabajo y producción o las relaciones establecidas
entre capitalistas y obreros dentro del proceso
productivo, un importante papel en la determinación de los
acontecimientos históricos y por lo tanto en el rumbo del
desarrollo de
la sociedad en su conjunto.

Desde este punto de partida teórico y
filosófico es que se construye la obra de Marx, "EL
Capital", que
es una exposición
de los mecanismos económicos que caracterizan a la
sociedad capitalista (y por lo tanto a su desarrollo
histórico), una obra en tres tomos demasiado extensa para
comentar o intentar resumir aquí pero que junto al
Manifiesto Comunista articula la esencia de la concepción
socialista – marxista que sería el motor y la
justificación ideológica de la revolución
rusa y de las revoluciones socialistas que se han sucedido desde
entonces en el mundo con muy pocas variantes y muchas
coincidencias como, por ejemplo, su incongruencia e
incompatibilidad con el cuerpo teórico que supuestamente
las sustenta.

Y es que la mayor de las incongruencias e
incompatibilidades es precisamente el echar por tierra
olímpicamente la predicción que sirvió de
corolario al análisis que de la sociedad capitalista
hizo Marx: La promesa que augura el fin de las
características esenciales del capitalismo y su natural
sustitución por las características de la sociedad
socialista, es decir, el fin de las clases
sociales y el surgimiento de la única clase social
con el consecuente fin de la lucha de clases; el control de los
medios de producción por parte del proletariado con el
consecuente fin de la plusvalía, de la
"cosificación" del obrero y de la explotación del
hombre por el hombre, el surgimiento del llamado "Hombre Nuevo"
como modelo casi "adánico" de perfección y
evolución en todos los ámbitos, etc. el
advenimiento del socialismo sería entonces,
inevitablemente, la consecuencia lógica
del hiper-desarrollo del capitalismo; es decir, que en la medida
en que en una nación
el capitalismo alcanzase niveles superiores de desarrollo mas
cerca estaría esa nación
de verificar en su seno la transición NATURAL hacía
el socialismo, o puesto aún mas claro: el socialismo es el
destino de todo sistema
capitalista desarrollado… es solo cuestión de
tiempo…

Pero el hecho cierto es que la primera revolución
socialista se dio en Rusia, un
país que para aquella fecha (1917 – 1918) era uno de
los países euroasiáticos (y del mundo) en el que el
capitalismo estaba mas atrasado, en el que las relaciones de
producción eran esencialmente feudales y en el que la
"clase obrera", antagonista teórico y natural de la clase
capitalista según Marx, prácticamente no
existía; el salto al socialismo, la "revolución,
fue una imposición oportunista de un reducido grupo de
personas que supieron aprovechar el momento histórico que
vivía el país. Lo mismo se puede decir de la
revolución china y de
todas las revoluciones nacionalistas de comienzos y mediados del
siglo pasado que derivaron hacia una teorización y
justificación socialista cuando en concreto su
proceder era mas bien de corte fascista… y lo mismo, sin duda,
se puede decir de la revolución cubana, que nació
como una justa lucha contra una cruel dictadura y terminó
convertida en un fantasma (supuestamente socialista o comunista,
según la fecha) sumando a su haber, como casi todos los
demás, los proyectos de
"exportación de la revolución" con
que han jugado todos los regímenes socialistas y
comunistas desde que empezaron a acceder al poder y que tanto
desequilibrio, sufrimiento y muerte han
sembrado en su camino.

Pero … ¿todas las formas de socialismo son
malas?…

3. ¿Son todos
malos?

Esta es una pregunta a la que le he estado dando vueltas
desde que empecé a pensar en escribir este trabajo pues,
como casi todas las preguntas referidas a fenómenos
sociales y políticos, cuando se trata de hacer una
evaluación cualitativa son inevitables y
muy difíciles de dominar las influencias de los gustos y
las opiniones personales.

Espero que los analistas políticos y los
graduados en Ciencias
Políticas me perdonen por la manera como
abordo el asunto pero creo que una de las aproximaciones mas
justas es hacer una relación de las formas en las que los
diferentes socialismos han accedido al poder y el
desempeño en su ejercicio y lo que ha significado en
relación a sus promesas básicas de justicia y
bienestar social.

Revisando la historia creo que pueden reducirse a cuatro
las formas en las que los distintos tipos de socialismo han
accedido al poder: Revolución, Sumisión (o
contagio), Mutación y Selección.

No es tan fácil como parece discriminar cuales
revoluciones han sido verdaderamente socialistas (y me refiero
solamente a las que han sido exitosas y han alcanzado su objetivo: El
Poder), creo en todo caso que son muy pero muy pocas y que en
justicia solo podrían ponerse aquí la Rusa y la
China, que independientemente de su desarrollo posterior y de los
diversos mecanismos que se aplicaron (y aun se aplican en el caso
chino), me parece que son las únicas que desde su mismo
inicio se identificaron plenamente a si mismas como socialistas o
comunistas.

Ambas alcanzaron su objetivo por la fuerza de las
armas, ambas
lo alcanzaron aprovechando coyunturas históricas y
políticas muy particulares que nada tienen que ver con lo
predicho por la doctrina marxista y ambas ciertamente han
utilizado todas las formas concebibles de expansión y
consolidación.

La expansión por la vía de la
"exportación" de la revolución (que no del sistema
o doctrina) dio como resultado un mundo en guerra
permanente, en especial durante los años de la guerra
fría, una época de exportación muy activa y
en la que el resultado fue que, en algunos casos, guerras
civiles desatadas por "revoluciones" locales de todo signo
terminaran involucrando a otros países.

La consolidación en el poder se dio por la
estructuración vertical de sus cuadros y por las repetidas
y profundas purgas que fueron "limpiando" al proceso de
"revisionistas" y "contra-revolucionarios", gente que,
independientemente de la veracidad o no de los cargos que se les
imputaron, señalaron las desviaciones respecto a la
doctrina que el ejercicio del poder estaba imponiendo. Esto no
deja de ser curioso pues no hay una doctrina política mas purista
que el socialismo y sin embargo… los llamados de atención y la denuncia de las desviaciones
son rápidamente atacadas en los regímenes
revolucionarios y acusadas de revisionismo y
contra-revolución… Cada cual tuvo sus métodos
para silenciar estas voces críticas que surgieron desde el
mismo seno del poder y, claro está, aprovecharon la
oportunidad para eliminar del mapa político a posibles
rivales del preclaro líder
de turno…

Para el final de la segunda guerra hacía ya mucho
tiempo que el socialismo soviético vestía sin pudor
sus galas comunistas y por las necesidades políticas y
logísticas de la campaña en la que buena parte del
mundo estaba involucrada se hicieron concesiones, tratados y
acuerdos que tras el conflicto
significarían la manifestación de la segunda forma
de acceso al poder de mi lista: La Sumisión (o
contagio).

El bloque de naciones que sería conocido como
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
fue el resultado de esas transacciones, supuestamente necesarias,
durante la segunda guerra entre las naciones occidentales
involucradas y la Rusia estalinista.

La mayoría de estas naciones no tuvieron
opción, fueron sencillamente entregadas en negociaciones y
a las que no lo fueron pues simplemente se les impuso, por
diversos mecanismos, su "adhesión" al bloque, al ser
sometidas por diversas vías: Unas por presiones
económicas, otras por presiones políticas y otras
simplemente por invasión militar a las que ningún
país de occidente se atrevió a dar respuesta
contundente pues ya corrían los años de la guerra
fría y del miedo nuclear.

En Asia
ocurrió mas o menos lo mismo aunque los caminos para la
consolidación de la revolución y su entusiasta
campaña de expansión tomaron un poco mas de tiempo
y trabajo; el resultado fue mas o menos similar, a la vuelta de
relativamente pocos años de instalada la revolución
de Mao en el poder comenzó la exportación hacia su
natural área de influencia, que había quedado
bastante maltrecha y desequilibrada tras los terribles conflictos que
en el área del pacífico y el sudeste
asiático habían tenido lugar; la gran diferencia en
este caso fue que la revolución china, a pesar de contar
con el apoyo soviético (del que disentiría e
independizaría años mas tarde), no contaba con
compromisos internacionales previos ni, todavía, con poder
nuclear.

Aunque los rusos en muchos casos echaron mano de ella,
los chinos fueron los que mejor se sirvieron de la tercera
vía de mi lista: La mutación.

Desde una época tan temprana como las primeras
manifestaciones y acciones anarquistas de comienzos de siglo,
previas a la primera guerra, y la revoluciones posteriores a ella
(que se agudizaron y extendieron aun mas tras la segunda)
había en el mundo todo un movimiento
nacionalista que buscaba todas las formas posibles para
expresarse y, lógicamente, para cambiar las realidades que
adversaban y denunciaban.

Ejemplos hay muchos, en Europa es
emblemática la revolución turca comandada por el
"Ataturk", en África un buen ejemplo es el nacionalismo
egipcio de Nasser que se convertiría en faro de todos los
nacionalismos árabes, muchos de los cuales
"mutarían", en Asia la cruenta revolución
nacionalista e independentista de Indochina, en América
la revolución
cubana… revoluciones rígidamente y rabiosamente
nacionalistas que ante la evidencia de sus propias debilidades
estructurales y sus necesidades reales no les quedo otro camino
que "mutar" hacia la izquierda en búsqueda de apoyos de
toda índole, desde económicos y logísticos
hasta protección y sustento… Rusia y China encontraron
terreno abonado para su expansión revolucionaria y para su
producto de
exportación "estrella": la lucha armada, y se mostraron
mas que dispuestos a prestar toda clase de colaboración y
ayuda pero … no hay cena gratis, querían algo a
cambio…

Antes de seguir quiero anotar que a veces las mutaciones
se dan también en sentido inverso, un ejemplo de ello es
ni mas ni menos que Mussolini, que empezó su vida
política como joven anarquista y socialista y que en el
devenir de su actividad política y de sus ambiciones
personales fue mutando paulatinamente "hacia la derecha" hasta
terminar convertido en un ícono del fascismo. Por
cierto, el hecho que el partido político de Hitler se llamase
"Nacional Socialista" no tiene nada que ver con las mutaciones si
no mas bien con los disfraces, de los que hablaré mas
adelante.

El precio exigido
a estas revoluciones mutantes implicó principal y
esencialmente el convertirse ellas mismas en cabezas de puente y
exportadoras de la revolución y a su compromiso con estos
acuerdos es que debemos la guerra de
Vietnam, que involucró a Camboya y Laos (y a Estados Unidos,
una vez que los franceses declinaron su responsabilidad sobre sus ex colonias), o el
conflicto en Corea que aun, después de tantos años,
está muy lejos de haber sido resuelto, o la terrible
guerra de Angola y otras naciones africanas donde el papel de
Cuba como
"exportador" fue determinante al igual que lo fue en el caso de
muchos países de América
Latina a los que intentaron exportar su "revolución"
con la fatal consecuencia de haber disparado los mecanismos que
dieron origen a tanta salvaje represión y al surgimiento
de dictaduras de derechas que hasta hace poquísimos
años tuvieron que sufrir algunos países; de forma
que podemos decir que al resto del mundo no le quedó mas
remedio que hacerse "solidario", a la fuerza y sin
elección posible, del pago de los compromisos adquiridos
por las naciones "revolucionarias" en deuda con sus
"mentores".

La Selección, ultima en mi lista, se ha
manifestado con creciente frecuencia a lo largo de la historia
del siglo XX y lo que va del XXI, se trata simplemente del acceso
al poder de corrientes socialistas por caminos
democráticos, no revolucionarios, es decir a través
de las elecciones.

Este detalle diferencial es muy importante, primero
porque en la mayoría de los casos significa una respuesta
colectiva, consensuada de la mayoría de la población en la determinación de sus
destinos y en su percepción
de sus realidades y futuros y segundo porque desde un primer
momento el "socialismo" como modelo fue la oferta clara y
abierta de los grupos
políticos que lograron seducir a esas
mayorías.

No hubo en estos casos ni revolución violenta, ni
imposición externa, ni mutación y salvo el triste
caso de Salvador Allende, que llego al poder por este camino
democrático pero en el peor momento posible, la gran
mayoría de estas opciones socialistas seleccionadas por la
mayoría, libre y democráticamente, han demostrado
ser en general, bastante exitosas, al menos en lo que se refiere
a la satisfacción de las expectativas del colectivo que
las eligió, pues de otra manera no sería posible
explicar la larga sucesión de gobiernos socialistas en
Francia,
España
y en otros países europeos, donde además han
logrado avanzar considerablemente en la consecución de
elevadas metas de paz y bienestar social en contraste con la
continua agonía y múltiples penalidades de los
habitantes de los países en los que el socialismo fue
impuesto por
alguna de las otras vías de mi lista.

Responder a la pregunta inicial aun no es fácil,
y aunque la tentación de responder con un rotundo SI es
muy grande, sigo creyendo, a la luz de todo lo
repasado, (y porque tengo la obligación de ser objetivo),
que la respuesta mas adecuada es: "Depende"…

No es fácil colgarle un feo cartel de "maldad" a
una doctrina política en la que el énfasis
está puesto en la igualdad y la justicia social, pero sin
embargo, es verdaderamente simple hacerlo a la luz de los
métodos históricos que han utilizado sus defensores
e impulsores para imponérnosla a todos, queramos o no…
por esta razón la elusiva respuesta es: "Depende"…
porque en verdad depende del camino que se transitó para
alcanzar el poder y depende de los medios a su alcance que se
hayan utilizado para verdaderamente realizar las metas de
igualdad, justicia y bienestar social prometidas y en este punto
el contraste es dramático y determinante y en cierta forma
facilita la respuesta pero… hay que poner mucha atención
porque el acceso democrático y la PROMESA de igualdad y
justicia social no son suficientes para hacer estas
concesiones…

Por eso quiero hablarles de los "Disfraces" y repasar un
poco la historia contemporánea venezolana para intentar
poner en perspectiva nuestra realidad y la elusiva oferta del
"Socialismo del Siglo XXI"

4. Venezuela
Contemporánea y los disfraces

La historia del socialismo en Venezuela es muy similar a
la que podría entresacarse de los libros de historia de
casi cualquier nación latinoamericana: empieza su vida a
comienzos del siglo XX y es alternadamente tolerada o proscrita y
perseguida según el signo del gobierno de turno y
según el grado de desarrollo del ejercicio
democrático de la nación, en cada momento
histórico en particular.

Me disculparán mis paisanos, seguidores fieles de
esta doctrina, pero creo que, más allá de las
breves líneas anteriores y tal vez resaltando su
participación en el intento de "importación" de la revolución cubana
en la década de los 60, (rápidamente sometido y
desmantelado mas allá de toda resistencia real
por el gobierno del Presidente Betancourt), y la contextualmente
valiente denuncia del economista, ex guerrillero comunista,
político y hoy empresario
Teodoro Petkoff, cuando manifestó públicamente sus
objetivas opiniones y su postura coherente con el pensamiento
independiente versus el dictado soviético sobre la
invasión de Checoslovaquia por los rusos, y que
significaron la ruptura del Partido Comunista Venezolano (PCV) y
la fundación del Movimiento al Socialismo (MAS)… no hay
mucho más que decir.

No es esta escueta historia la que quiero repasar, me
interesa más bien revisar lo que sucedió en
Venezuela a finales de los 80 y comienzos de los 90 pues, aunque
"se supone" que lo que vivimos hoy fue gestado mucho antes de
este significativo periodo de nuestra historia, es precisamente
en estos años en que se dieron las condiciones efectivas
para que esta realidad echara raíces y con el tiempo
rindiera los frutos que hoy cosechamos.

Nadie con un mínimo de vergüenza y dignidad puede
negar la veracidad absoluta de algunos de los argumentos que se
exhiben y esgrimen para justificar nuestro presente, como tampoco
se podrá negar que estos válidos argumentos han
sido también descontextualizados en muchos casos y han
servido para justificar y explicar las más inaceptables
aberraciones… y para adornar los más coloridos
disfraces.

Los años 80 encontraron a Venezuela con un
sistema de alternancia política ya establecido tras poco
más de 20 años de ejercicio democrático y,
además, como ejemplo y exportador de su modelo de democracia
representativa para muchos países latinoamericanos que aun
se debatían entre las más feroces dictaduras y las
sangrientas luchas revolucionarias "exportadas" por Cuba. Esta
alternancia obedeció sin duda alguna al tan denunciado
"Pacto de Punto Fijo", que no es difícil de justificar
histórica y políticamente, dado el momento de su
concreción tras la caída de la dictadura de Marcos
Pérez Jiménez y la evidente debilidad de la
recién recobrada libertad
política.

Pero esta alternancia no estaba exenta de justificadas
sospechas pues la alternabilidad se limitaba a un movimiento
pendular entre los dos partidos
políticos mayoritarios: Acción
Democrática (Social Demócrata y miembro de la
Internacional Socialista) y COPEI (Demócrata Cristiano y
miembro de la Internacional Democristiana), a pesar de existir en
el mapa político venezolano muchos otros partidos
políticos que tenían, al menos en teoría,
suficiente peso y seguidores para haber hecho tambalear este,
casi "predecible", intercambio.

En el año 1984, el Dr. Luis Herrera Campins
(COPEI) le entrega al Dr. Jaime Lusinchi (AD) la presidencia de
la república, entregando junto con la banda tricolor un
país bastante estragado económicamente y en el que
las desigualdades sociales y económicas se han agudizado
tras un quinquenio signado por las sucesivas crisis
económicas a pesar de la abundante renta petrolera. La
situación no mejora con el nuevo presidente si no que
más bien se crispa aún más por los
constantes y evidentes casos de corrupción
y de dilapidación de los bienes y
recursos
nacionales.

Al final de estos tristes años 80, en 1989, y
rompiendo el movimiento pendular que caracterizó los
resultados electorales hasta el momento, resultó electo el
candidato del mismo partido que el Presidente saliente, fue
electo para un segundo mandato Carlos Andrés Pérez
del partido AD, encontrando entre sus manos un país
sacudido por necesidades urgentes producto de las sucesivas
crisis económicas, con gravísimos escándalos
de corrupción heredados de su co-religionario,
el ex presidente Lusinchi, con las rentas del estado
comprometidas por una enorme deuda externa,
(tanto pública como privada) y con el poco espacio de
maniobra que tales compromisos permitían pues, la
búsqueda y aplicación de las urgentes soluciones
implicaba el paso inevitable por la negociación, tanto con el Fondo Monetario
Internacional (FMI) como con
representantes de la banca
internacional.

Es la época de las famosas "recetas" del FMI
aplicadas en tandem con el Banco Mundial,
"paquetes" de soluciones impuestos sin
mayores miramientos sociales a casi la totalidad de los gobiernos
latinoamericanos y del "tercer mundo" durante más o menos
el mismo periodo; recetas de claro corte Neo-Liberal que basaban
su promesa de éxito
en la estabilidad macroeconómica, en la pulcritud del
manejo financiero, en la búsqueda obsesiva de la eficiencia en el
uso y destino de los escasos recursos y en la evidencia
irrefutable de complejos modelos
matemáticos que mostraban, a quien los comprendiera, la
"infalibilidad" del plan… un
verdadero deleite para los tecnócratas y un incomprensible
horror para los estratos sociales mas afectados por la maltrecha
economía
nacional.

"Manos a la Obra" fue el lema de su campaña y tan
pronto asumió la presidencia lo hizo realidad; el 16 de
Febrero, pocos días después de asumir el cargo, el
presidente Pérez se dirigió a la nación y
presentó el programa de
ajuste macroeconómico que sería conocido como "El
Paquete" y que sería el detonante de los hechos que con el
tiempo evolucionarían hasta nuestra realidad
presente.

En líneas generales los anuncios de ese
día fueron: La decisión de acudir al FMI en busca
de fondos a corto y mediano plazo y para someterse a un programa
que garantizase el pago de la enorme deuda externa, con lo que se
posibilitaría la continuidad de las necesarias relaciones
con la banca internacional; la liberación de las tasas
activas y pasivas del sistema financiero nacional hasta un tope
provisional del 30%; la liberación de los precios de
todos los productos a
excepción de 18 que fueron incluidos en la "Cesta
Básica"; incremento progresivo en las tarifas de los
servicios
públicos (agua, luz,
teléfono, gas); aumento
progresivo de los precios, (en el mercado interno),
de los productos derivados del petróleo con un primer aumento cercano al
100% como promedio para la gasolina; aumento de 30% en las
tarifas de transporte
público durante los siguientes tres meses y la posibilidad
de ampliar el aumento hasta el 100% después de este tiempo
y el aumento del salario
mínimo entre el 5 y el 30% para la administración
pública y a 4.000 Bs. en el área urbana y 2.500
Bs. en las áreas rurales para la empresa
privada, unos aumentos salariales obviamente rezagados e
insuficientes con respecto a los anunciados aumentos de precios,
tarifas, tasas etc.

Todas estas medidas estaban programadas para su
aplicación inmediata; la entrada en vigencia para el
aumento en el precio de los combustibles estaba previsto para el
26 de Febrero y el aumento de las tarifas de transporte para el
día siguiente, 27 de Febrero de 1989.

El 27 de Febrero de 1989 es recordado en nuestra
historia contemporánea como "El Caracazo"; desde los
anuncios presidenciales se habían puesto en marcha
diversas acciones de protesta, principalmente desde el sector
estudiantil, (aquí tienen un dato los que gustan de
analizar ciclos históricos), como reacción en
contra de los anuncios en general pero con significativo
énfasis en los aumentos de tarifas de transporte
público y también en el sector de transportistas,
principalmente por los anunciados aumentos del precio de la
gasolina y demás derivados del
petróleo que afectarían significativamente el
costo de sus
operaciones.

El sector de transporte convocó a un paro para el
día 27 de Febrero y la coincidencia de este paro con la ya
generalizada y constante protesta estudiantil involucró y
contagió a otros sectores de la población hasta que
ese mismo día, y prácticamente a nivel nacional,
las protestas se transformaron en abierta rebeldía y en
proliferación del desorden y la violencia.

El carácter simultaneo, masivo y violento de
las protestas superó con creces la capacidad de los
cuerpos policiales en su, (también violento), intento de
reestablecer el orden, por lo que el gobierno nacional, el
día 28, decretó el estado de
emergencia y la suspensión de algunas garantías
constitucionales, (suspensión que se prolongaría
por cerca de 10 días) y puso las tareas de orden
público en manos del ejercito ayudándolo con el
establecimiento de un estricto toque de queda… aun no se ha
determinado la cantidad REAL de personas fallecidas durante esos
trágicos días… tampoco la cuantía real de
los daños a la propiedad
privada y pública… mucho menos el daño
moral y
espiritual que quedó grabado en los corazones y recuerdos
de los que vivimos de cerca estos acontecimientos…

Recobrado el orden se continuó la inevitable
aplicación de "El Paquete", no había tiempo ni
manera de dar marcha atrás en el corto plazo y tres
años después de este dramático llamado de
atención, el 04 de Febrero de 1992, Venezuela
amaneció envuelta en el fallido pero sangriento intento de
golpe de
estado comandado por nuestro actual Presidente de la
República, el entonces Teniente Coronel, comandante de
paracaidistas, Hugo Rafael Chávez Frías.

El golpe fue controlado y sus conductores detenidos y
recluidos en el cuartel San Carlos de Caracas y posteriormente en
la Cárcel de Yare, pero la crisis sistémica que
viene arrastrando el gobierno de Pérez se agudiza tras
estos acontecimientos; una crisis que alcanzará su
clímax tras una segunda intentona golpista, también
fallida, el día 27 de Noviembre del mismo
año.

Estos tres acontecimientos históricos fundamentan
dos paradojas que el sistema democrático venezolano fue
incapaz de manejar, por un lado, la crispación y el
rechazo acumulados que sienten los venezolanos ante sus
realidades y hacia los "políticos tradicionales",
identificados como culpables de todas las penalidades, permiten
que, lejos de aparecer como agresores del sistema de libertades
que representa la democracia, (y que juraron defender, no
agredir), estos miembros de las fuerzas armadas, alzados y
golpistas, se convierten casi en figuras de culto como demuestran
los peregrinajes que muchas personas hicieron hasta la
cárcel de Yare, donde estaban recluidos, para "conocerlos"
y entrar en contacto con ellos y por la difusión por
muchos medios de sus palabras, discursos y
opiniones y, por otro lado, el resurgir político del que
sería electo presidente tras incontables intentos
infructuosos y ya sin el apoyo del partido que ayudó a
fundar: el Dr. Rafael Caldera.

Estos eventos marcan el
final adelantado del mandato del presidente Pérez; poco
después del segundo alzamiento es puesta en marcha una
acción judicial por malversación de fondos
(específicamente los 250 millones de Bolívares que
tomó de la llamada "partida secreta" y que entregó
para la ayuda y el sostenimiento del gobierno de Violeta Chamorro
en Nicaragua que estaba bajo amenaza de desestabilización
por el actual presidente de esa nación, Daniel Ortega y
sus seguidores).

En Marzo de 1993, Ramón
Escobar Salom, Fiscal General
de la República inicia el antejuicio de mérito
contra el presidente, y el día 21 de Mayo, Pérez
tiene que separarse de su cargo al aprobarse el antejuicio por
parte de la Corte Suprema de Justicia; el entonces presidente del
Congreso, Octavio Lepage asume la presidencia como encargado
hasta que tras un breve lapso de tiempo es designado el Dr.
Ramón José Velásquez como presidente
interino, con la misión de
terminar el tiempo que restaba del periodo presidencial hasta las
siguientes elecciones en 1994.

De esta breve presidencia interina del Dr.
Velásquez es poco lo que se puede anotar salvo, tal vez,
el incidente del indulto por la vía de la "mano peluda"
del que se benefició un narcotraficante cuyas andanzas
seguirían rodando por los titulares de prensa hasta hace
pocos años y que demostró que a pesar de la buena
intención del anciano presidente, extraído con
pinzas del grupo de los "notables" como figura independiente e
impoluta de culpas políticas, la avanzada edad y su
vocación de erudito de nuestra historia no eran las
mejores herramientas
para ejercer el cargo en tiempos tan complejos.

Rafael Caldera gana las elecciones de 1994 al frente de
un partido político nuevo, Convergencia, que sería
popularmente conocido como "El Chiripero" pues sus seguidores
venían de muy diferentes frentes, la mayoría
disidentes de los partidos tradicionales de la política
nacional; recibe el mando de un país en tensa calma, en el
que las tremendas desigualdades sociales y los conflictos y
penurias económicas no han sido mas que puestas en un
precario "stand-by" y aun se hallan muy lejos de cualquier
posible solución.

Tampoco es mucho lo que se puede anotar de este periodo
presidencial, pero lo poco que se puede resaltar, (aparte de la
crisis bancaria provocada desde la misma presidencia) es de alta
significación; por un lado y contra lo esperado y lo
prometido "El Paquete" halla continuidad en su aplicación
pero bajo formas suavizadas y el eufemismo de un nuevo nombre:
"Agenda Venezuela", llevado adelante rigurosamente de la mano de
un ministro de Cordiplan, tal vez un poco inusual, y en la que
sería su primera actuación, en su larga carrera de
operador político, en un cargo de decisión
gubernamental: Teodoro Petkoff; un ejercicio ministerial que a la
postre le valdría su separación del partido que
había fundado en 1971, (el MAS, formado al escindirse del
PCV como ya anotamos)… la frase con que diagnosticaba la
situación de Venezuela se haría famosa: "Estamos
mal… pero vamos bien"…

Otro dato, de los pocos resaltables, sellaría
definitivamente nuestro futuro inmediato, (que ya es nuestro
presente), y que lamentablemente en su momento no fue
suficientemente explicado por el Presidente Caldera y hoy, a su
muy avanzada edad y en un estado de salud precario, ciertamente
no está en condiciones de explicar: El 27 de Marzo de 1994
concedió un indulto presidencial y la amnistía a
todos los involucrados en las dos intentonas golpistas recientes
a condición de su retiro voluntario de las Fuerzas
Armadas, una extraña maniobra política realizada,
supuestamente, como prenda para lograr el apoyo para su gobierno
de los partidos MAS y PCV que lo presionaban en este sentido y
que la exigían como condición previa a su
apoyo.

Lo curioso de esto es entender cómo a un
político y abogado experimentado, y co-redactor de la
Constitución vigente para ese momento, se
le haya escapado que al indultar a los golpistas antes de
imputárseles formalmente cargos, antes de realizarse los
procesos
penales que las leyes vigentes contemplaban y, obviamente, antes
que ningún tribunal dictara sentencias firmes sobre
procesos que nunca se iniciaron, les estaba devolviendo la
libertad junto con sus preciados "derechos políticos"
intactos, con los que, a pesar de haber atentado clara y
directamente contra el sistema democrático, podían
participar activamente en él, como efectivamente
hicieron.

El último dato que se puede destacar de este
periodo presidencial está referido esencialmente al
proceso electoral en el que resultó ganador el ex militar
golpista indultado, Hugo
Chávez Frías.

El primer asomo de la descomposición interna de
los partidos políticos tradicionales se vio claramente en
la aglutinación de tan variadas ideologías bajo las
banderas de "El Chiripero" que había llevado al poder al
Presidente Caldera; una descomposición que seguiría
su inexorable marcha a lo largo de su presidencia y que al inicio
de la campaña electoral sentenciaría su desenlace
casi desde el primer momento.

El hoy Presidente Chávez inscribió su
candidatura al frente de un partido político que se
llamó Movimiento Bolivariano Revolucionario, MBR,( tras
ganar las elecciones este nombre cambiaría a MVR,
Movimiento Quinta República) manteniendo como consigna, en
un primer momento, un intenso llamado a la abstención,
mientras tanto, la ex Miss Universo Irene
Sáez, tras una relativamente exitosa gestión
como alcaldesa del Municipio Chacao en Caracas, disfrutaba el
tránsito de sus aspiraciones presidenciales como supuesta
independiente con cierta comodidad frente a unos partidos
políticos tradicionales sumidos en el mas absoluto caos,
bajo el mando de una dirigencia decrépita y totalmente
desfasada de las realidades y necesidades de los electores y del
pueblo en general.

La situación cambió para agudizarse aun
mas cuando viejos y muy experimentados políticos, (Luis
Miquilena, Jorge Olavarría, José Vicente Rangel y
muchos otros) se sumaron, ahora si abiertamente y en diversos
grados de compromiso, al movimiento del candidato Chávez,
aportando su experiencia, conocimientos, contactos y poder de
convocatoria a la, si bien mas discreta pero determinante, ayuda
que el candidato estaba recibiendo de poderosos factores
económicos que pensaban medrar a su sombra; el resultado
de esta incorporación fue el radical cambio en el mensaje
del candidato, pasando del rabioso llamado a la abstención
electoral a una muy intensa campaña política para
alcanzar la presidencia.

El efecto inmediato de este cambio fue la
profundización del desfase y la pérdida de todo
sentido político de los conductores de los partidos
tradicionales, (que después de tan triste actuación
entraron en una etapa "terminal" de la que aun no se han
recuperado), también la pérdida de las ventajas
iniciales de la "independiente" Irene Sáez y finalmente,
la victoria electoral del candidato Chávez, quien
asumió el cargo el 02 de Febrero de 1999, jurando sobre la
constitución que, a pesar de sus acciones anteriores
contra ella le permitió llegar a ese momento y a la que,
sin embargo, y frente a quien entregaba el mandato, uno de sus
redactores, el compungido y debilitado Rafael Caldera, se
refirió como "Moribunda" … Moría en ese momento
mucho más que el texto
constitucional…

Hasta aquí quiero dejar, "por ahora", este
extenso y sin embargo somero repaso de nuestra historia reciente;
y quiero pedir, a los que han tenido la enorme paciencia de leer
este trabajo hasta este punto, que lo vuelvan a leer con calma, y
que extraigan los elementos necesarios para seguir adelante: ya
mencioné los fundamentos teóricos y
filosóficos del socialismo, también las formas como
esta corriente política ha accedido al poder, y
comenté cuales fueron las circunstancias que facilitaron
la llegada al poder de quien nos ofrece la versión del
Siglo XXI de esto que hemos estado revisando.

A la luz de todos estos datos y junto con
la realidad evidente de Venezuela en estos últimos 9
años, (registrada por todos los medios posibles para la
historia) y con el apoyo de la definición,
(extraída de la muy accesible "Wikipedia"), que les
ofrezco y que seguidamente les diré qué define a
los que no lo sepan, el tema de los disfraces queda dilucidado, o
al menos debería quedar dilucidado pues ese será el
próximo tema: lo que se esconde tras el
disfraz.

Esta es la definición: "Exalta la idea de
nación frente a la de individuo o
clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un
partido único y suprime los localismos en beneficio del
centralismo.
Utiliza hábilmente los nuevos medios de
comunicación y el carisma de un líder en el que
se concentra todo el poder. Aprovecha los sentimientos de miedo y
frustración colectiva para exacerbarlos mediante la
violencia, la represión y la propaganda, y
los desplaza contra un enemigo común real o imaginario,
interior o exterior, que actúa de chivo expiatorio frente
al que volcar toda la agresividad de forma irreflexiva, logrando
la unidad y adhesión (voluntaria o por la fuerza) de la
población. Es expansionista y militarista, utilizando los
mecanismos movilizadores del irredentismo territorial y el
imperialismo
que ya habían sido experimentados por el nacionalismo del
siglo XIX"…

Partes: 1, 2, 3
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